Con la socialización de las fortalezas del programa y las oportunidades de mejora, culminó la visita de evaluación externa para la Acreditación de Alta Calidad del programa de Ingeniería Ambiental de la Universidad de La Guajira.
La pertinencia con el entorno, la diferenciación con programas a nivel nacional, el sentido de pertenencia de los estudiantes en Riohacha y la sede Fonseca, el compromiso de los docentes con el desarrollo del programa, la ejecución de proyectos de alto impacto para la región y el país y las oportunidades de cualificación docente en sus distintos tipos de vinculación, son algunas de las ventajas de la Alma Mater y el Programa de Ingeniería Ambiental.
Durante la visita, los pares académicos designados por el Consejo Nacional de Acreditación (CNA) Juan Pablo Rodríguez Miranda, doctor en Ingeniería y magíster en Gestión y Evaluación Ambiental y Juan Carlos Hernández Criado, ingeniero ambiental y doctor en Desarrollo Sostenible, realizaron un recorrido por el campus universitario y dialogaron con estudiantes, docentes, egresados, graduados y administrativos, para identificar las fortalezas y debilidades del programa académico para contribuir eficazmente en el mejoramiento de su calidad. En este sentido resaltaron el acompañamiento y liderazgo del rector Carlos Arturo Robles Julio al proceso de acreditación.
Así lo dieron a conocer en la reunión final de la visita, a la que asistieron la vicerrectora académica, Hilda Choles Almazo; la decana de la Facultad de Ingeniería, Pilar Pomarico Pimienta; Ana Patricia Espinosa, coordinadora de campo básico específico del Programa de Ingeniería Ambiental; Yuleimis Amaya Mendoza, directora de Aseguramiento de la Calidad, docentes del programa y el rector, como líder del proyecto de acreditación de programas con fines de acreditación institucional.
En este sentido el impulso de los estamentos universitarios para el mejoramiento institucional, las estrategias para disminuir la deserción estudiantil desde el área de bienestar social universitario, el permanente proceso de autoevaluación de acuerdo a los lineamientos del Consejo Nacional de Acreditación (CNA) y el firme propósito de contribuir al desarrollo del departamento a través de las acciones de extensión y protección social, son una clara respuesta a la búsqueda de la excelencia.
Sobre la visita, el docente Roberto Eliecer Rojano Alvarado, doctor en Ingeniería Ambiental adscrito a la Facultad de Ingeniería, manifestó que esta experiencia enriquece los procesos académicos y que la visión externa nos permite identificar con qué contamos y que debemos mejorar.
Lo que sigue es la entrega del informe por parte de los pares académicos y continuar con las etapas siguientes ante el Consejo Nacional de Acreditación.
A esperas de la visita de pares académicos, el Programa de Ingeniería Ambiental culmina su proceso de autoevaluación al identificar sus fortalezas y debilidades, así como también adelantando actividades de docencia, investigación y proyección social, para asegurar el cumplimiento de las metas establecidas.
La decana de la Facultad de Ciencias Sociales Humanas Milvia José Zuleta Pérez, comparte las acciones lideradas para lograr la acreditación de alta calidad del Programa de Trabajo Social. Resalta los procesos de transformación de los escenarios académicos, sociales y la contribución del colectivo docente al proceso de calidad.
El Programa de Trabajo Social ha logrado conformar un equipo de trabajo sólido y constituido por los miembros de diferentes estamentos, generando en ellos una cultura de autoevaluación , este proceso permitió realizar un análisis retrospectivo, crítico-reflexivo, a partir de la discusión y la implementación de las diferentes estrategias que han sido de vital importancia porque permiten la dinamización del proceso a partir de la utilización de los diferentes mecanismos de divulgación y evaluación de las actividades.
Esta sinergia logra reunir esfuerzo en una lucha de reconocimiento institucional enfocado en la perspectiva de cada miembro que integra la Alma Mater, al tiempo que valora los esfuerzos del ayer y fortalece el presente, así los programas pueden darse la opción de identificar las fortalezas y establecer las oportunidades de mejora que potenciarán las acciones realizadas en todos los elementos que integran la vida universitaria, con el fin de seguir impartiendo un servicio con calidad académica.
Por otra parte, las dinámicas se construyeron bajo el direccionamiento institucional orientado por la Oficina de Aseguramiento de la Calidad a través de la implementación del modelo de autoevaluación con fines de acreditación, ajustado a las etapas de acreditación donde la autoevaluación es un proceso continuo, que viabiliza el repaso de como los programas ejecutan las acciones administrativas, académicas e investigativas entre otras; posibilitando la mirada crítica a la forma como las instituciones y los programas asumen el desarrollo de todos sus ejercicios, de forma que aseguren la calidad de los servicios que ofrecen. Así mismo, se crean los momentos del proceso de autoevaluación que inicia con la apropiación, ponderación, recolección de la información, análisis interpretación de datos, calificación y emisión de juicio, elaboración de plan de mejora y la creación del informe.
El programa consolidó sus equipos de trabajo, impulsó diálogos, discusiones formativas y análisis reflexivos, que valoraron cada uno de los datos, hasta la creación de juegos y actividades que involucraban a los estamentos.
En el momento el programa continúa con la implementación de estrategias que servirán para contextualizar, evaluar y seguir aunando esfuerzos que den respuesta a las necesidades y visualicen el impacto que se genera desde el Programa de Trabajo Social dentro y fuera del ámbito universitario.